jueves, 23 de agosto de 2012

Como un trozo de lona te devuelve al pasado

¿Como?...esa voz al telêfono explicando que Viktor habia guardado nuestras cosas, y ahora 37 años depuês me las mandaba ¿desde donde?...me despedî de êl en 1974...¿como sabrian si estaba vivo y mas aun, un nûmero de telêfono?...me recordaron que dejê señas suficientes para ser localizados y aun hay amigos comunes...
Viktor se quitô la vida en el 2005, me entero ahora, y dejô anotado lo que y a quienes, en lo posible, se entregaran esos objetos personales.
Fue una borrachera de recuerdos...y de lagrimas...claro que llorê. Por ese formidable camarada que decidiô no adaptarse a la modernidad degradada y dejô este mundo indemne de conformismo...
Llorê, ahora mas que nunca, en memoria de Ksyusha y la pequeña Irina...y mi ocurrencia de agregarle Casilda...
Hice mi mayor esfuerzo emocional para ir hasta Luanda como delegado ese 11 de noviembre, pero no pude volver hasta Kapekla, nuestro cuartel de Eizindi a reecontrarme con los objetos de Ksyusha y Casilda...gastê todo mi brîo en el asalto a las fortificaciones boers de Namibia, y tampoco tuve fuerzas para volver a buscar esas valoradas condecoraciones...
Aceptê el primer lugar que me ofrecieron en el corredor de salida y me embarquê de vuelta...¿de vuelta?...ya no tenîa un lugar donde me sintiera parte de algo...y volvî donde nacî...
Cuando creî que habîa hundido bien los recuerdos me traen mis gorras, o algunas creo, 2 mochilas y un montôn de objetos reconocibles...otros no tanto pero supongo que son parte de lo que dejamos allâ.
Pero aca volvî solo y no de la forma que podrîa haber soñado.
Tuvieron que pasar tantos años para entender que ese personaje en el que me sentîa dinâmico y lleno de esperanzas por la construcciôn de un mundo mejor, en realidad empezô a agonizar aquella tarde se setiembre, cuando comenzaba a apretar el calor...cuando terminaba nuestra campaña con tiempo favorable.
Yo solîa cantar...me defendîa...pero nunca me volviô a salir una vocalizaciôn desde entonces...
Allî se hizo mia la estrofa... 


Mi canto conserva cosas
guardadas en su silencio,
que yo gané campo afuera
que yo perdí tiempo adentro.


Nada fue igual desde entonces...ni yo mismo... en un proceso que durô meses muriô Nesoto o Alexis por propia voluntad...y naciô un personaje urbano de vida rutinaria que fue hundiendo los recuerdos a fuerza de olvidos y negaciones.
Ahora que la casualidad materializa restos del pasado, me resisto a repetir la experiencia, y la vida continûa...